Tenemos esperanza: continúa la reducción del secuestro en Colombia

Las estadísticas son contundentes: en Bogotá, durante el último año, se ha reducido el secuestro en un 83.7%, según el último reporte del Fondo Nacional para la defensa de la libertad personal, Fondelibertad.
Esto significa que en la capital del país, de 43 casos registrados de enero a septiembre de 2004, la cifra se redujo a solo 7 secuestrados en el mismo periodo de este año.
El comparativo de resultados entre el 2004 y el 2005 es alentador: durante los primeros equivale a un 22,5%, mientras que el 56% correspondiente a 154 secuestrados fueron liberados. Es importante aclarar que la liberación puede producirse por el pago del rescate, por una decisión de los captores, por presión de la Fuerza Pública o por Mediación Humanitaria.
Así mismo, estos resultados indican además que 47 colombianos permanecen aún en cautiverio, lo que significa que un 17% de los secuestrados y de sus familias, han seguido padeciendo el infame flagelo del secuestro durante el 2005.
Sin embargo, aún es largo el camino por recorrer: Las estadísticas de Fondelibertad muestran que Antioquia, Valle, Cauca y Meta son, en la actualidad, los departamentos más afectados por este flagelo. En este sentido, Otro dato que debe generar alarma y motivar a las autoridades para no bajar la guardia es que 10 personas murieron en cautiverio durante los primeros nueve meses de este año.
Otro dato importante tiene que ver con la autoría de este delito: los líderes del secuestro siguen siendo las Farc con 92 casos, seguidos por la delincuencia común con 76 plagios y del Eln con 46.
De igual forma, hay otros hechos que llaman la atención. Por ejemplo, la reducción de casi el 91% de secuestros de miembros de la Fuerza Pública, lo que puede significar que para las Farc, los secuestros con fines políticos cometidos para chantajear al Estado en años anteriores, no rindieron los “frutos” que ellos esperaban, seguramente por la política radical del presidente Uribe de no realizar acuerdos humanitarios con despejes y zonas desmilitarizadas.
Adicionalmente, este dato comprueba que las Farc tienen en los secuestrados con fines políticos, un verdadero problema del que intentarán salir con los menores daños posibles, pero que reconocen con hechos, ha sido un error mantenerlos cautivos.
Asi mismo, la reducción del 55% en los secuestros con fines extorsivos comprueba que los mecanismos para desconectar a las Farc de los centros urbanos, el acoso de las Fuerzas Armadas (llámese Seguridad Democrática, Plan Patriota o Plan Colombia) y la persecución constante han obligado a los narcoterroristas a intentar consolidar, de manera desesperada, otras fuentes de financiación como el narcotráfico.
Otra situación que revela este informe tiene que ver con la imposibilidad de las Farc de “comprar” secuestrados en los centros urbanos, pues la desconexión de sus enlaces provocó que aquellos grupos de delincuencia común que se encargaban de las primeras fases del secuestro, quedaran “encartados” con la “mercancía” que no pueden recoger los narcoterroristas.
Estos resultados demuestran que se viene proporcionando mayor seguridad para los colombianos de clase media y baja, que somos finalmente los que estamos expuestos seriamente a padecer el secuestro en nuestro país. Así mismo, la efectividad de esta política motiva la inversión nacional y extranjera, que ante la reducción del secuestro encuentra condiciones más llamativas para impulsar el desarrollo del país.