Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso.
Con gran alboroto, el partido de la U de Juan Manuel Santos anunció que 30 de los 102 escaños de la lista de esa colectividad al Congreso de la República serán adjudicados a ciudadanos del común.
Cualquier ciudadano, con un respaldo de 50 firmas, podrá inscribir su nombre para aspirar a uno de esos puestos.
Sería fantástico que el número de firmas respaldara a un aspirante y no que fuera un requisito para que un jurado calificador, estilo reinado de belleza, escogiera a los aspirantes que finalmente ocuparán esos 30 puestos.
La decisión del partido de la U, bautizada Postúlate al Congreso, suena populista y excluyente. Populista porque va a atraer también a miles de políticos frustrados, lagartos de barrio y aspirantes quemados a las toldas de la U. Además porque para inscribirse, como es natural, el candidato tiene que afiliarse al partido.
Y suena excluyente porque no será un proceso democrático sino la decisión de unos pocos:
Humberto de la Calle, Martha Lucía Ramírez, Fernando Cepeda, María Margarita Zuleta y Edgar Perea conforman el jurado calificador que determinará quienes son los 30 candidatos ganadores de este Concurso Nacional de Aspirantes al Congreso 2006.
El proceso de Postúlate al Congreso es todo un misterio. No se sabe aún si los aspirantes presentarán entrevista ante el jurado, o si desfilarán en traje de campaña o si concederán ruedas de prensa para contar que su personaje favorito es, y cuál de ellos (si quiere ganar el certamen) se atrevería a decir lo contrario, Álvaro Uribe Vélez.
Eso si: las inscripciones de los aspirantes a candidatos de la U se cerrarán el 30 de diciembre, plazo en el cual tendrán que recoger las 50 firmas, llenar el formulario (¿qué medidas serán las perfectas para equiparar al tradicional 90 60 90?) y afiliarse al partido.
Otro aspecto relevante es el jurado calificador. Veamos: Humberto de la Calle... ¿no fue el candidato a la Presidencia del gavirismo (partido que nunca nació y cuya “anhelada existencia” buscaba perpetuar en el tiempo las ideas de César Gaviria, actual Jefe único e irrepetible del Partido Liberal)? ¿De la Calle no fue quien finalmente se conformó con el plato de lentejas de la Vicepresidencia? Ah... Fernando Cepeda, el padre de Manuel José Cepeda (Presidente de la Corte Constitucional) quien debería quedar inhabilitado (o declararse inhibido siguiendo el ejemplo de su hijo) para no despertar suspicacias entre los sectores de oposición. ¿Edgar Perea? ¿El mismo que en pleno partido de fútbol lanzaba arengas, vivas y proclamas en favor de Horacio Serpa?. ¿El mismo que en todas las transmisiones habló de las bondades y beneficios de apoyar a Ernesto Samper porque crearía el ministerio del deporte?
Bueno, salvan la nómina las mujeres: la Paca Zuleta y Martha Lucía Ramírez, personas respetables y con talento; sin embargo su vinculación con este Concurso deja mucho que desear.
En algo tiene razón Juan Manuel Santos: que este certamen político no tiene precedentes en la historia del país. Pero el argumento de otro directivo de la U para sustentar la iniciativa es bien particular: “Los partidos de antes eran cerrados y los ciudadanos nunca eran tenidos en cuenta”. ¿Y es que este Concurso es abierto? ¿Acaso considera importantes a los ciudadanos o los ve simplemente como votos que amarrarán a un buen grupo de electores útiles porque supuestamente se dignaron “tener en cuenta” a muchos ciudadanos anónimos que sin embargo no clasificaron ante el jurado?Si van a jugar a la democracia, por lo menos traten de aparentar que lo hacen bien. Que los “postulantes” que reúnan la mayor cantidad de firmas sean los finalistas del reality político de la U. Eso es democracia... eso es abrir verdaderos espacios de participación para líderes que no cuentan con los recursos y los medios para obtener una vitrina electoral adecuada, porque lo que están haciendo es un verdadero insulto para la democracia y para la nación
Con gran alboroto, el partido de la U de Juan Manuel Santos anunció que 30 de los 102 escaños de la lista de esa colectividad al Congreso de la República serán adjudicados a ciudadanos del común.
Cualquier ciudadano, con un respaldo de 50 firmas, podrá inscribir su nombre para aspirar a uno de esos puestos.
Sería fantástico que el número de firmas respaldara a un aspirante y no que fuera un requisito para que un jurado calificador, estilo reinado de belleza, escogiera a los aspirantes que finalmente ocuparán esos 30 puestos.
La decisión del partido de la U, bautizada Postúlate al Congreso, suena populista y excluyente. Populista porque va a atraer también a miles de políticos frustrados, lagartos de barrio y aspirantes quemados a las toldas de la U. Además porque para inscribirse, como es natural, el candidato tiene que afiliarse al partido.
Y suena excluyente porque no será un proceso democrático sino la decisión de unos pocos:
Humberto de la Calle, Martha Lucía Ramírez, Fernando Cepeda, María Margarita Zuleta y Edgar Perea conforman el jurado calificador que determinará quienes son los 30 candidatos ganadores de este Concurso Nacional de Aspirantes al Congreso 2006.
El proceso de Postúlate al Congreso es todo un misterio. No se sabe aún si los aspirantes presentarán entrevista ante el jurado, o si desfilarán en traje de campaña o si concederán ruedas de prensa para contar que su personaje favorito es, y cuál de ellos (si quiere ganar el certamen) se atrevería a decir lo contrario, Álvaro Uribe Vélez.
Eso si: las inscripciones de los aspirantes a candidatos de la U se cerrarán el 30 de diciembre, plazo en el cual tendrán que recoger las 50 firmas, llenar el formulario (¿qué medidas serán las perfectas para equiparar al tradicional 90 60 90?) y afiliarse al partido.
Otro aspecto relevante es el jurado calificador. Veamos: Humberto de la Calle... ¿no fue el candidato a la Presidencia del gavirismo (partido que nunca nació y cuya “anhelada existencia” buscaba perpetuar en el tiempo las ideas de César Gaviria, actual Jefe único e irrepetible del Partido Liberal)? ¿De la Calle no fue quien finalmente se conformó con el plato de lentejas de la Vicepresidencia? Ah... Fernando Cepeda, el padre de Manuel José Cepeda (Presidente de la Corte Constitucional) quien debería quedar inhabilitado (o declararse inhibido siguiendo el ejemplo de su hijo) para no despertar suspicacias entre los sectores de oposición. ¿Edgar Perea? ¿El mismo que en pleno partido de fútbol lanzaba arengas, vivas y proclamas en favor de Horacio Serpa?. ¿El mismo que en todas las transmisiones habló de las bondades y beneficios de apoyar a Ernesto Samper porque crearía el ministerio del deporte?
Bueno, salvan la nómina las mujeres: la Paca Zuleta y Martha Lucía Ramírez, personas respetables y con talento; sin embargo su vinculación con este Concurso deja mucho que desear.
En algo tiene razón Juan Manuel Santos: que este certamen político no tiene precedentes en la historia del país. Pero el argumento de otro directivo de la U para sustentar la iniciativa es bien particular: “Los partidos de antes eran cerrados y los ciudadanos nunca eran tenidos en cuenta”. ¿Y es que este Concurso es abierto? ¿Acaso considera importantes a los ciudadanos o los ve simplemente como votos que amarrarán a un buen grupo de electores útiles porque supuestamente se dignaron “tener en cuenta” a muchos ciudadanos anónimos que sin embargo no clasificaron ante el jurado?Si van a jugar a la democracia, por lo menos traten de aparentar que lo hacen bien. Que los “postulantes” que reúnan la mayor cantidad de firmas sean los finalistas del reality político de la U. Eso es democracia... eso es abrir verdaderos espacios de participación para líderes que no cuentan con los recursos y los medios para obtener una vitrina electoral adecuada, porque lo que están haciendo es un verdadero insulto para la democracia y para la nación