jueves, diciembre 01, 2005

A caballo comprado si se le mira el colmillo

Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso.

El ministro español de Defensa, José Bono, estuvo de visita por algunas de las antiguas colonias y capitanías españolas. Primero, obviamente, fue a cerrar el negocio de la venta de las corbetas y de los aviones a la antigua capitanía de Venezuela que ahora es regida por el coronel paracaidista lleno de petrodólares.
Es que la inversión de Chávez, cerca de 1800 millones de dólares, es de tal magnitud que, según el propio ministro, alcanza para cubrir un año del presupuesto de los ministerios españoles de Sanidad y Cultura. Chávez por fin pudo cerrar el negocio que le permitirá aliviar en algo la paranoia que padece de ser perseguido por Estados Unidos y sus aliados: incluso, sus anuncios sobre los complots para asesinarlo son tan reiterativos que nadie le cree.
Y luego, el ministro viajó a Colombia para vendernos 21 aeronaves y regalarnos 4 helicópteros que están siendo reparados en España. Claro, la ñapa fue anunciada después de informarse la intención del gobierno Uribe de evaluar la compra de los 21 aviones de fabricación española.
En este sentido, Bono no reveló el valor de los 21 aviones, pero enfatizó que es un precio muy favorable para Colombia. "No habrá ninguna otra oferta, a ningún otro país por parte del gobierno de España que mejore estas condiciones ", sostuvo el ministro español.
El negocio incluye 12 aviones Casa 212, aeronaves que comenzaron a operar en marzo de 1971 y cuya capacidad, con las últimas mejoras, permite el traslado de 26 personas y puede aterrizar prácticamente en cualquier pista.
También están incluidos 7 aviones tipo CN 235, modelo que está en servicio desde 1983. Esta aeronave tiene la capacidad de transportar a 48 personas y puede recorrer, con carga completa, casi 5 mil kilómetros.
Finalmente en la negociación se contempla la compra de dos aviones Casa 295. Estos aparatos alcanzan los 30 mil pies de altura y pueden transportar a 78 personas. Además, el Casa 295 es útil para el transporte táctico y está en servicio desde diciembre de 2000.
En cuanto a los helicópteros, serán del tipo Eurocopter BO -105, aparatos de origen alemán que comenzaron a volar en 1975. En España, estos equipos han estado bajo investigación e incluso en 2003 se pidió que fueran excluidos del servicio, después de un accidente en el que fallecieron varios militares.
La propuesta española puede sonar muy bien intencionada en teoría, pero realmente Colombia no requiere más equipos de transporte sino aviones de combate (1) y helicópteros, entre otras cosas porque en el presupuesto nacional no está contemplada la compra de aeronaves de carga. Lo que se hace evidente es que España quiso ponerle una vela a Dios y otra a diablo, ofreciendo lo que tiene disponible en armamento para estas tierras que lo último que necesitan es ingresar en una carrera armamentista. Además, la encima prometida por la compra puede resultar preocupante.
Colombia tiene historias muy desagradables sobre los “regalos” o “donaciones” de equipos militares viejos, como los que promete el gobierno español. Posiblemente los más recordados serán los helicópteros Bell UH-1H Huey II, obsequiados a Colombia por el gobierno de los Estados Unidos. Estos aparatos habían prestado sus servicios en Vietnam y con una repotencialización, resultaron supuestamente óptimos para volar en Colombia. Pero fue un error que costó la vida de decenas de militares y policías que tuvieron que utilizar esas aeronaves: en una semana, por ejemplo, dos de esos aparatos se precipitaron a tierra y murieron en los accidentes varios hombres del Ejército y de la Armada Nacional. Total, a los pocos días se ordenó dejar a los "renovados" UH-1H en tierra para una inspección y una adecuación que corrió toda por cuenta de Colombia, gasto que nunca se contempló porque los helicópteros fueron entregados "como nuevos".
No hay que ser desagradecidos, pero esos regalos deben analizarse con lupa porque pueden ser el mecanismo para amarrar el negocio o de repente terminamos poniendo en peligro la vida de los colombianos que enfrentan los retos de la seguridad nacional.
NOTA DE LA DIRECCIÓN: Un amable corresponsal, Fenixxx, me hizo notar un error conceptual: no son aviones de combate sino de ataque, como los Tucano que se negociarán con Embraer el año entrante. De igual forma, ese corresponsal me informó sobre el tipo de helicópteros que donaría España. Mil gracias a él por sus aportes y esperamos contar con ellos en los foros de Atrabilioso.

miércoles, noviembre 30, 2005

¿Están dadas las condiciones para negociar con el ELN?

Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso.

La salida de Francisco Galán de la cárcel de Itagüí para realizar contactos y consultas con la sociedad civil puede ser el primer paso para abrir la puerta de un proceso de negociación del Estado con el ELN.
El camino no será fácil, ni tampoco podría describirse como un lecho de rosas... pero las posibilidades y las condiciones están dadas para que se encienda esta luz al final del túnel.
El Ejército de Liberación Nacional es un movimiento que vive, de tiempo en tiempo, crisis muy graves en su cúpula. Las posiciones ideológicas se enfrentan permanentemente con el ala militarista de algunos cabecillas de esa organización, lo que ha dado como resultado un movimiento guerrillero que trata de mantener sus posturas políticas sin permitir demasiadas infiltraciones del narcotráfico en su estructura económica.
De igual forma, el ELN ha sido un movimiento que aparentemente mantiene su discurso y trata de ser congruente con sus postulados. Por supuesto, esta actitud ha tenido grandes costos para esa organización, que no ha tenido acceso pleno a la principal financiación de la guerra en Colombia: el narcotráfico.
Otro aspecto es que, pese a las apariencias, el ELN tiene más diferencias que coincidencias con las FARC. En su momento, la mayor fortaleza económica del ELN estaba en el control que ejercía en Arauca sobre las regalías y la extorsión a empresas petroleras que pagaban lo que fuera por mantener intacta la infraestructura. Sin embargo, las FARC entraron a disputar ese territorio a sangre y fuego y prácticamente sacaron del “negocio” al ELN.
Así mismo, en otros sectores del país, el ELN se enfrentó militarmente contra las FARC por el control de zonas en donde las extorsiones eran una buena fuente de ingresos para la guerra. Esas batallas también las perdió el ELN.
A todo lo anterior hay que sumar la debacle militar que sufrió la organización guerrillera en la zona del Valle del Cauca, cuando intentó hacerse al control de los Farallones de Cali. Además, esa inhóspita región fue escogida por el ELN para recluir a los secuestrados. Sin embargo, dos acciones terroristas de ese grupo en Cali (los secuestros masivos en la iglesia de Villa María y en el kilómetro 18) desataron una fuerte presencia militar que prácticamente ahogó al grupo guerrillero en esa zona y lo llevó a renunciar a sus pretensiones de posicionarse en los Farallones y adquirir el control de la vía Cali-Buenaventura.
Incluso en esa zona, el ELN estaba a punto de vivir su batalla final, cuando el presidente Pastrana ordenó la suspensión de las acciones militares para permitir la liberación de algunos secuestrados, decisión que llevó al comandante de la Tercera Brigada del Ejército, General Jaime Ernesto Canal, a renunciar a su cargo y al Ejército.
En otro orden de ideas, la estructura del ELN creció por adherencia y no por el desarrollo de sus filas: por ejemplo, el frente más fuerte del ELN hasta hace poco, el Carlos Alirio Buitrago, nació como una respuesta al asesinato de los hermanos Carlos y Alirio Buitrago, activistas de derechos humanos que trabajaban en Antioquia. Ese grupo, nacido como facción independiente de cualquier organización guerrillera, posteriormente adhirió al ELN y se convirtió en uno de los frentes guerrilleros más violentos de los que se tenga noticia, pues tenían el completo control de la “autopista” Bogotá – Medellín, bloqueaban constantemente la vía y realizaban largas tomas a poblaciones como San Luis y Cocorná en Antioquia. Hace más de un año, ese frente entregó sus armas al Estado y permitió que las Fuerzas Armadas retomaran el control de la zona.
Todos los aspectos anteriores hacen que hoy se abra la posibilidad de un “diálogo exploratorio” con el grupo insurgente, lo que demuestra además, que la presión militar efectiva y constante son fundamentales para sentar a los guerrilleros en una mesa de negociación.

lunes, noviembre 28, 2005

Ejemplar

Por Jaime Restrepo. Director Sistema Atrabilioso. Foto de Terra.com

Para que la justicia sea efectiva, debe buscar además del castigo al delito, dar un mensaje claro a la sociedad. Una de las mayores preocupaciones de los aparatos judiciales en los países desarrollados es la clase de mensaje que le enviarán al público con una decisión, una condena o una negociación con un delincuente delator.
Hasta ahora, Colombia se ha caracterizado por enviar mensajes equivocados a la población frente a la comisión de algún delito: el crimen paga, la justicia es para los de ruana, en nuestro país la justicia es ciega, sorda, muda, coja e inoperante; la impunidad se pasea con cinismo ante la mirada impotente de los ciudadanos, etc.
Pero una reciente decisión judicial es el primer campanazo de alerta sobre un cambio positivo que se puede presentar en la aplicación de la justicia en Colombia: la semana pasada, un juez condenó a 20 años de prisión a dos fanáticos de fútbol que agredieron y lesionaron a dos compañeros de la barra por discusiones internas en la repartición de las boletas de cortesía..
El juez encontró que los dos condenados habían cometido el delito de tentativa de homicidio y explicó que “pese a que el homicidio no se perfeccionó (no llegó a producir la muerte de ninguna persona), esto es un aspecto secundario y sin importancia, pues la intención de los agresores era evidentemente causar la muerte de sus víctimas”.
De esta forma, el juez profirió su sentencia que lleva un mensaje claro a la sociedad y, en este caso concreto, a los desadaptados que se esconden detrás de una camiseta o de la afición por un equipo de fútbol para cometer fechorías y llevar la violencia a los diferentes estadios del país.
Se acabaron las palmaditas en la cola y la frase de “no lo vuelva a hacer”: con esta decisión, las barras bravas de los equipos colombianos tendrán que pensarlo dos veces antes de iniciar un disturbio y agredir a otros hinchas.
Era justamente este el reclamo que se venía haciendo desde hace años: que se castigara con todo el peso de la ley a los delincuentes que convirtieron los estadios de fútbol en campos de combate, en sitios peligrosos que antaño eran lugares para el esparcimiento familiar.
La decisión del juez es el castigo más severo impuesto contra los desmanes de las barras en los espectáculos deportivos. Obviamente las pandillas de delincuentes que se infiltran en las barras están furiosas ante la perspectiva de pasar un largo tiempo en prisión por un “tropel” (pelea callejera), ya que esto no corresponde con la costumbre ni el mensaje que la justicia y las autoridades enviaban continuamente a la ciudadanía, pues todo se pretendía solucionar con diálogos y sanciones a los equipos, mientras que los verdaderos culpables, los delincuentes violentos, salían del estadio con sus manos ensangrentadas sin que nadie dijera nada.
La aplicación de todo el peso de la ley ha funcionado con éxito en otros países: en Chile, cuando comenzaron a surgir estas desagradables barras bravas, el Estado modificó las sanciones penales y un par de condenas ejemplares fueron el mejor remedio para la grave enfermedad social que se estaba inoculando en los fanáticos del fútbol. Igual se hizo en Gran Bretaña y en Italia, en donde los desmanes dejaron decenas de muertos y heridos en diferentes agresiones de los salvajes hinchas.
De esta manera, la justicia sienta un precedente ejemplar en el tema de la violencia en los estadios, sino que envía un mensaje claro y contundente a todas las barras bravas del país.
Lo cierto es que la violencia se frena también con la aplicación decidida de las leyes existentes. Ahora esperemos que las modificaciones para el Código del Menor busquen también enviar mensajes claros y coercitivos a la sociedad colombiana y, sobre todo, a los menores delincuentes.
NOTA: Los condenados son Julio Alberto Triviño y Augusto Eduardo Bonilla, miembros de la Guardia Albirroja sur, quienes fueron procesados tras herir con arma blanca a dos compañeros de barra, durante el intermedio del partido Santa Fe – América, el pasado 11 de mayo en el Campín.