jueves, junio 30, 2005

La "creatividad" de las Farc para desplazar comunidades

Palestina es un caserío del municipio de Vistahermosa, en el departamento del Meta. Solo 30 casas albergan a los habitantes de este sitio, quienes se dedican, en su mayoría, al cultivo de coca.Esa producción era vendida al bloque paramilitar de Martín Llanos. Esto incomodó a las Farc que querían apoderarse de los narcóticos. Sin embargo, la negativa de los pobladores de Palestina de vender la pasta de coca a las Farc detonó un grave conflicto entre la población y los guerrilleros, quienes haciendo uso de sus armas decidieron ordenarle a los pobladores, desalojar el caserío o atenerse a las consecuencias.La gente no abandonó Palestina, en una mezcla de desafío e impotencia, pues no quisieron acatar las órdenes de los guerrilleros y tampoco tenían a donde ir. Entonces, en una nueva muestra de cobardía, las Farc decidieron arrasar con el caserío, disparando desde todos los ángulos contra la población indefensa. En ese momento la comunidad decidió resguardarse en la escuela, sitio protegido por el Derecho Internacional Humanitario. Obviamente, y como de costumbre, los guerrilleros desconocieron la norma internacional y decidieron sembrar de minas la cancha de fútbol de la escuela.Después, los valientes guerrilleros se alejaron del lugar y los pobladores, al sentirse a salvo, salieron de la escuela. Cuando se dirigían al caserío, unos cuantos optaron por atravesar la cancha de fútbol que los terroristas habían "preparado" con cargas mortales. El resultado: 3 muertos y 11 heridos.Esto no es nuevo: que las Farc obliguen al desplazamiento forzado es cosa común en muchos territorios del suroriente de Colombia. Tampoco es nuevo que las Farc ataquen a la población civil y mucho menos que disparen a discreción contra un sitio protegido por el Derecho Internacional Humanitario, pues recordemos que la masacre de Bojayá ocurrió en la iglesia que también figura como sitio protegido. Nada novedoso que las Farc cometan crímenes de guerra. La novedad está en el método que utilizaron los guerrilleros para presionar el desplazamiento de la población y el abandono de los cultivos: las Farc reunieron a los habitantes de Palestina y les dieron una semana para abandonar el caserío. De lo contrario, y este es el colmo del cinismo, las Farc atacarían a la población con bombas químicas, cuyo diseño, les informaron, ya está bien adelantado y sería Palestina el teatro de pruebas de esa supuesta bomba.No podemos evadir este relato, porque ahora que se genera tanta controversia por la ley de Justicia y paz que beneficia en este momento a los paramilitares, es bueno también dejar una constancia de los hechos ocurridos, para que mañana, aquellos que atacan los beneficios y el margen de impunidad que les otorga la ley a las Autodefensas, tengan un mecanismo para refrescar la memoria. Porque además, los argumentos que utilizan para descalificar a los paramilitares (desplazamiento, violación al DIH, crímenes de guerra, etc.) sirven igual para descalificar a las Farc.Pero hay otros hechos que han ocurrido en las últimas horas. Las Farc atacaron durante varias horas el puesto de policía ubicado en San José de Apartadó. Los uniformados fueron atacados desde el casco urbano de la famosa comunidad de paz. La policía llegó a la zona después de una orden de la Corte Interamericana al gobierno colombiano, para que tomara medidas que garantizaran la integridad de los habitantes de San José de Apartadó. Además, entre el 20 y el 23 de febrero, varios líderes de la comunidad fueron asesinados en circunstancias extrañas que no han podido ser investigadas porque en esa comunidad reina el silencio y del terror que les generan los milicianos de las Farc que viven en la población.Recordemos que esta comunidad, liderada por Gloria Cuartas y el padre Javier Giraldo, rechazó la presencia de la policía, entre otras razones, porque se oponen a la presencia de gente armada en la comunidad de pazNo se entiende la parcialidad del oscuro argumento: rechazan a los armados del Estado, pero permiten la presencia y accionar de los alzados en armas, incluso permitiéndose que se dispare contra los uniformados desde las propias viviendas. Curiosa manera de hacer la paz, privilegiando a los terroristas y atacando o despreciando a los policías de los que, hasta hoy, los pobladores no tienen ni una sola queja. Lo que demuestra el ataque de las últimas horas en San José de Apartadó, es que la cacareada comunidad de paz es solo la pantalla de una república independiente que quieren y necesitan las Farc en esa región del país.

miércoles, junio 29, 2005

La visa para ingresar a Ecuador.

El ministro de Gobierno ecuatoriano Mauricio Gándara viene adelantando una fuerte campaña para que su país exija visa a los colombianos que quieran ingresar a Ecuador.( El Universo de Guayaquil)
De inmediato, la Canciller colombiana Carolina Barco se mostró indignada y manifestó que esa exigencia entorpecería las relaciones comerciales y turísticas entre ambos países.En lo comercial, la visa realmente sería uno de los múltiples requisitos que tienen que cumplir los empresarios y los colombianos que quieren participar en ese intercambio y por lo tanto, no sería tan determinante como la señora Barco lo supone. En cuanto al turismo, que un país exija la visa es solo un trámite más que irónicamente, podría ser benéfico para Colombia, pues vería un incremento de turismo interno que busca la facilidad de descansar sin necesidad de tanto papeleo.Lo que llama la atención es el motivo que tiene el ministro ecuatoriano para buscar la instauración del requisito: impedir que las Farc entren a su territorio.Entonces, según el argumento, una vez aprobado el requisito de la visa para los colombianos, el ministro Gándara espera ver a Raúl Reyes en un consultado ecuatoriano solicitando la visa para ingresar a ese país. En la fila que sueña, podrá encontrar además a Tirofijo, a Romaña, a Fabián Ramírez y al Mono Jojoy, entre otros, soportando los trámites para solicitar la expedición del documento... ¡Que ingenuidad!La propuesta del “creativo” ministro ecuatoriano deberá incluir la ubicación de un puesto de control en cada uno de los 300 caminos selváticos que unen a Colombia con Ecuador y que están separados tan solo por el río Putumayo. Lo que imagina este funcionario es que los frentes terroristas saldrán de Ecuador, cruzarán la frontera, librarán fuertes combates en Colombia y luego, cuando estén copados, abordarán las lanchas y una vez en territorio ecuatoriano, esos mismos combatientes harán una fila paciente para presentar sus documentos y poder continuar con su tránsito.No hay objeción a que el gobierno ecuatoriano ejerza su soberanía como más le convenga, pues seguramente piensa obtener algunos ingresos adicionales por la expedición de la visa, que buena falta le hacen a un país casi quebrado, con una inestabilidad que alejó a la poca inversión extranjera que tenía, salvo la colombiana porque nuestros empresarios están acostumbrados a sortear con éxito los cambios en las reglas de juego.Volviendo a los argumentos del ministro de Gobierno Mauricio Gándara, en una entrevista presentada por Caracol Noticias, señaló que los colombianos llevamos “problemas al Ecuador y por lo tanto, la visa evitará que esos problemas crucen la frontera”: ¿se referirá a los empresarios que han promovido buena parte del desarrollo en ese país? O posiblemente pensará en los periodistas que fueron a Ecuador a trabajar y llevaron la actualización de medios y procesos, como en el caso de la televisión ecuatoriana, cuyo desarrollo se debe en gran parte al trabajo de los colombianos que encontraron una tecnología obsoleta y una producción realizada prácticamente por aficionados.Lo cierto es que el ministro debe explicar los motivos por los cuales en poblaciones de la frontera se venden explosivos sin ningún requisito y a cualquiera que lo solicite, sea colombiano, ecuatoriano o de cualquier otra nacionalidad: Porque un alto porcentaje de los explosivos que utilizan las Farc para sus actos de terror viene de Ecuador.En esto no hay que hacer escándalo: que Ecuador solicite visa, que ubique los miles de puestos de control que requiera para que esos documentos sean válidos, que el ministro haga todas las exigencias que quiera para distraer la atención de los temas sustantivos en su país: pero que no salga con semejantes babosadas que demuestran una pobreza mental que coincide con su enorme ignorancia, como ocurrió hace pocas semanas cuando afirmó que acababa de conocer el problema de las fumigaciones en la frontera.Imponga los requisitos y punto. Colombia no necesita explicaciones frente al asunto, porque es preferible el silencio a las respuestas vacías de un funcionario que cada vez se alinea más con cierto vecino, caudillo populachero él, que adora a Fidel y que respalda a las Farc y les ofrece, como ahora lo va a confirmar Ecuador, refugio de la persecución "infame" que hace el Estado colombiano contra los "prohombres" que "combaten por la libertad y la justicia social del pueblo".
Por lo visto, entre estúpidos se entienden.

martes, junio 28, 2005

El descaro de Gaviria

Hay mentiras que pueden pasar desapercibidas. Hay otras del tamaño de una Catedral que retan la inteligencia y la memoria de un país. César Gaviria Trujillo concedió una entrevista al semanario El Espectador en donde muestra una fe inquebrantable en la mala memoria de los colombianos.

Gaviria sostiene que la política de sometimiento a la justicia que él implementó, “tuvo problemas pero condujo al desmantelamiento del cartel de Medellín”. Entendamos por “problemas” que la cárcel se convirtió en un hotel cinco estrellas con pena de muerte incluida para sus visitantes. Llamemos “problemas” la fuga de Pablo Escobar permitida por el viceministro de Justicia, Eduardo Mendoza, quien en un acto irresponsable y desconociendo las recomendaciones del comandante de la Cuarta Brigada, decidió ingresar solo a la Catedral para negociar con Escobar y acabar con la revuelta que se estaba presentando ese 21 de julio de 1992 en el palacio penitenciario de Escobar. Todos sabemos el resultado: el capo huyó de la cárcel. 


Gaviria olvida que su política de sometimiento a la justicia fue un estruendoso fracaso y que los líderes del cartel de Medellín, en su mayoría, fueron perseguidos y dados de baja por la Policía. ¿Qué tiene que ver la ubicación y el enfrentamiento en el que murió Escobar con la política de sometimiento a la justicia? Nada. Si se habla de sometimiento, necesariamente el delincuente acepta las reglas para su detención y el cumplimiento de su pena y en eso no estaban ni Escobar ni la mayoría de sus subalternos. El capo del cartel de Medellín estaba escondido, huyendo y tratando de recomponer su aparato militar cuando fue dado de baja, lo que significa que estaba muy lejos de la intención de someterse a la justicia.


Gaviria suelta otra perla: “Que no se le olvide a nadie que Pablo Escobar terminó muerto, que buena parte de sus cabecillas terminaron muertos o en la cárcel”. Entonces, nos mintió en esa época o lo está haciendo ahora. Todos los colombianos teníamos claro que la política de sometimiento era para llevar ante la justicia al cartel de Medellín y tener a sus miembros en prisión para que respondieran por sus delitos y cumplieran sus penas; pero la novedosa teoría Gaviria es que la política de sometimiento buscaba dar de baja a Escobar y a los cabecillas del cartel de Medellín. Pero el ex continúa: “Esa política desmanteló el cartel de Medellín”. 


Si eso fuera verdad, el menor de los Ochoa no estaría en una cárcel de los Estados Unidos respondiendo por el delito de narcotráfico, cometido varios años después de la política de sometimiento. De haber ocurrido lo que Gaviria quiere “vender”, el gobierno Uribe no necesitaría dar explicaciones sobre Don Berna. Por el contrario, una organización desaparece cuando deja de operar (verdad de Perogrullo) y no por el relevo de sus mandos, que fue lo que ocurrió en Medellín. 


Hay que decirlo: el cartel de Medellín siguió operando con nuevos protagonistas y no sirvió de nada la renombrada política de sometimiento. Al mismo tiempo, Gaviria sostuvo que su “política de sometimiento exigió que las personas confesaran y sólo se perdonó lo que confesaron”: lo que olvida es que una persona puede confesar y hasta reconocer más delitos de los que ha cometido, pero si escapa y no está bajo la custodia de las autoridades, pues la confesión solo servirá como adorno y como ingrata anécdota de lo que permitieron ciertos ex presidentes que ocurriera en este país.

lunes, junio 27, 2005

La encuesta

Más allá de las interpretaciones que cada colombiano le pueda dar a la última encuesta nacional sobre la reelección, hay resultados interesantes en este sondeo de opinión.El primer tema llamativo es la percepción de los colombianos en cuanto al país: el 46.7% considera que las cosas van por mal camino. Este resultado aislado podría interpretarse como una tendencia a la desesperanza. Sin embargo, algunas respuestas en el desarrollo de la encuesta podrían aclarar esta tendencia: el 47% de los encuestados piensa que en el futuro, hasta finalizar el gobierno Uribe, mejorará la seguridad, mientras que un 42% considera que, en el mismo periodo de tiempo, tendrá mayor tranquilidad. Resulta interesante que un 43.4% considere que mientras esté Uribe en el cargo mejorará la situación económica personal y familiar y que un 40.9% crea que mejorará la situación económica del país.Estos resultados contrastan: por un lado los encuestados ven que la salud del paciente sigue siendo delicada y no hay motivos para cantar victoria. Pero por otro, consideran que la mayoría de aspectos mejorará mientras continúe Uribe en la Presidencia. Esta afirmación la ratifica el 64.7% de los encuestados, que considera que el Presidente ha venido haciendo las cosas bien. En este sentido, el 46.7% cree que de no aprobarse la reelección, la seguridad será el sector más afectado.Pero aquí viene un resultado revelador: a pesar de las críticas de la oposición en cuanto al tema social del gobierno, el 41.5% de los encuestados considera que de no aprobarse la reelección, se afectaría la situación de los pobres. En este sentido, son los estratos más bajos los que muestran una mayor preocupación en caso de ser rechazada la reelección: para el 41.1% de los encuestados del estrato 1, desmejoraría el empleo y el mismo porcentaje del estrato 2 considera que decaería la economía.Adicionalmente, el 40.1% del estrato 2 cree que la situación empeoraría el acceso a los servicios de salud. Además, en el mismo sentido, en cuanto a los aspectos positivos del gobierno Uribe, el acceso a servicios de salud fue reconocido positivamente por el 56.4% del estrato 1 y por el 53.6% del estrato 2. En relación con la cobertura en educación, el 51.9% de los encuestados del estrato 1 reconoció el avance del gobierno en este campo.Otro resultado llamativo en el punto de aspectos positivos del gobierno Uribe tiene que ver con la creación de nuevos puestos de trabajo: el 40.4% de los encuestados pertenecientes al estrato 1 lo destacó como positivo. Estos datos son reveladores, pues son estos estratos los más sensibles a las políticas sociales gubernamentales. Con esto se golpea seriamente uno de los mitos más recurrentes de la oposición: que el gobierno Uribe no ha prestado atención al tema social.Los puntos relacionados concretamente con el tema de la reelección muestran que el 60.9% quiere que se apruebe la reelección inmediata. Indudablemente, frente a este tema, el punto más significativo es que el 89.2% de los encuestados cree que el pueblo tiene derecho a reelegir a un presidente que esté haciendo las cosas bien.No obstante, es evidente la abrumadora desinformación de los colombianos, pues el 70.1% está equivocado sobre el organismo que tiene en este momento la responsabilidad de aprobar o negar la norma que permite la reelección y solo el 18.6% sabe que la decisión está en manos de la Corte Constitucional. El 11.3% indicó que no sabe o no quiso responder a esta pregunta. Aunque es importante diferenciar entre la desinformación manifiesta en este punto y la percepción de los encuestados frente a los temas propuestos, pues un alto número de preguntas aborda sentimientos y expectativas en lo relacionado con el gobierno y la reelección.En cuanto a los partidos políticos, el 73% de los encuestados manifestó que no se inclina por partido alguno. Posiblemente el mayor golpe de esta encuesta lo recibe el liberalismo oficialista de Serpa y Gaviria, pues el 69.3% afirma que los liberales deben votar por el candidato de su preferencia y el 69.6% considera conveniente continuar con los programas del actual gobierno.ENCUENTRE AQUÍ LA ENCUESTA COMPLETA