jueves, agosto 04, 2005

¡Sueñe, candidato Leyva!

El domingo pasado, El Espectador dedicó prácticamente todo el primer cuadernillo a difundir los presagios de desastre que están lanzando algunos profetas venidos a menos. Néstor Humberto Martínez, por ejemplo, aseguró que “lo de Putumayo es la primera manifestación de lo que viene”. Lo mismo dijeron cuando el ataque a Toribío, Cauca; cuando los ataques en Nariño y en Chocó: pero curioso, más allá de unas acciones cobardes y desesperadas, Colombia ha continuado por el incipiente camino del progreso.
Otro que lanzó, en una entrevista de casi una página, sus discursos fantasiosos enmarcados en profecías apocalípticas fue el futuro candidato Álvaro Leyva Durán, quien en un aparte señaló, sobre la reconciliación nacional lo siguiente: “Alguna vez le dije a El Espectador que ese objetivo se puede conseguir en ocho meses. Ahora puedo afirmar que se puede lograr en seis”.
Esa promesa de ocho meses fue la misma que le permitió venderle a Andrés Pastrana Arango el proyecto que finalmente se convirtió en el plan de paz de ese gobierno, lo que a la postre significó el desastre de la zona de distensión en San Vicente del Caguán y otros municipios de la zona.
Ahora, como mago que saca un conejo del cubilete, hace una promesa condicionada: “si las cosas se hacen bien”, obtendría la reconciliación en Colombia en solo medio año. Teniendo en cuenta sus estrechos vínculos con las Farc, esta declaración no puede pasar inadvertida, porque demuestra la urgencia que tienen los narcoterroristas de recibir una bala de oxígeno, ante la presión de las Fuerzas Armadas.
No de otra manera se puede entender que su as bajo la manga haga un anuncio de semejante envergadura, pues si en las condiciones de antaño era posible alcanzar la reconciliación en menos de un año, con una guerrilla que tenía un pie de fuerza enorme, todos los recursos a su antojo, algún apoyo popular y unas Fuerzas Militares acuarteladas y sin presupuesto; resultaría absurdo pensar que ahora se puede lograr la cacareada reconciliación en menos tiempo si las Farc no estuvieran seriamente golpeadas.
Otros detalles de la entrevista demuestran que por primera vez en más de 40 años, las Farc realmente están en problemas. El candidato Leyva afirmó: “Yo no creo en planes patriotas, yo lo que creo es en la reconciliación nacional”. Aparte de ser el mismo discurso que compró Andrés Pastrana en su momento, reitera la necesidad y el afán de los cabecillas de las Farc para buscar salidas que les permitan evadir el ahogo al que están sometidos. Y para eso, nada mejor que recurrir a uno de sus más cercanos, para que desprestigie las acciones que les están haciendo daño.
Sin embargo, el candidato demostró que su discurso es incoherente con las realidades históricas del país: Al ser indagado sobre el acuerdo humanitario, Leyva sostuvo que “la verdad es que él (Presidente) tiene un libreto para la guerra, para continuar con el conflicto armado”. Entonces Leyva se contradice, o por lo menos no tiene idea en qué mundo habita: el gobierno de Andrés Pastrana Arango tenía un libreto para la paz, elaborado y asesorado en su ejecución por Álvaro Leyva Durán y sin embargo, al finalizar ese periodo presidencial, el conflicto en Colombia no solo continuaba sino que estaba en una de las etapas más complejas, pues las Farc habían ganado terreno gracias a la ingenuidad del Presidente y de la mayoría de colombianos que en su momento creímos, torpes de nosotros, que había posibilidades de una solución negociada con un grupo de delincuentes dedicados al negocio del narcotráfico y del secuestro como las Farc.
Pero faltaba la frase apocalíptica sobre el futuro de Colombia y de un gobierno que ha debilitado las estructuras guerrilleras en el país: “el día que se levante el telón de la realidad y se caiga al suelo ese libreto, el público comprobará que nada de lo que se ha pregonado corresponde a la verdad”. Aterran los que hablan de la verdad, porque terminan siendo dictadores incuestionables. Pero sorprende el temor que tienen las estructuras políticas tradicionales del país ante la fuerza y el apoyo que tiene Uribe en la nación, pues la declaración refleja perfectamente las fantasías de los que ahora están quedando en evidencia frente a la ciudadanía y, sobre todo, comprueba una vez más el deseo, casi delirante, de un fracaso presidencial que les permita retomar los hilos del poder para su propio beneficio. ¡Sueñe candidato Leyva!... no le queda más.

miércoles, agosto 03, 2005

FORO ABIERTO: El dilema: si o no a la legalización del narcotráfico

No tengo una posición definida frente al tema de la legalización del narcotráfico. Durante varios años le he dado vueltas al asunto y encuentro argumentos a favor que me parecen importantes: el primero es el de ahogar financieramente a los actores ilegales del conflicto colombiano, pues el combustible económico proviene del narcotráfico. El segundo tiene que ver con el esfuerzo inútil de combatirlo mediante las fumigaciones, corriendo el riesgo de afectar cultivos lícitos, animales y personas. El tercero es que con la legalización el negocio se acaba, pues el narcotráfico resulta rentable por el sobrecosto que pagan los consumidores por lo ilícito del producto: de acabarse la ilegalidad, salvo los adictos, un consumidor ocasional no estará dispuesto a pagar un precio desproporcionado por un ártículo legal cuyos costos de producción son extremadamente altos y sus utilidades solo provienen de la ilegalidad.
Pero también me enfrento a serios impedimentos: recuerdo a los colombianos que han caído por las balas del narcotráfico. Llegan a mi memoria los carros bomba, el avión de Avianca que explotó en cercanías de Soacha, Bojayá, don Guillermo Cano, las pescas milagrosas, las torres de energía derribadas y automáticamente surge mi rechazo. Más aún cuando pienso en las angustias que pasan muchos nacionales cuando presentan su pasaporte colombiano. Y como padre, considerar la posibilidad de que mi hija tenga más fácil acceso a las sustancias alucinógenas me genera una enorme zozobra.
Entonces, todas estas consideraciones las he puesto en la balanza del análisis y ésta no ha podido detenerse para mostrarme que lado tiene más peso: si los beneficios o los perjuicios.
Por todo lo anterior, ratifico mi imposibilidad para tomar partido en el asunto. Sin embargo, creo que es fundamental que este debate se comience a dar en el país, no para asumir una posición clara frente al asunto, pero si para nutrir el debate con argumentos y reflexiones. Además, porque tarde o temprano se tendrá que ventilar esta problemática y es sano que tengamos elementos de juicio y no nos tome desprevenidos.

martes, agosto 02, 2005

Los que ganan y los que pierden con Moreno en el BID


La elección de Luis Alberto Moreno como presidente del Banco Interamericano de Desarrollo generó gran expectativa durante los últimos meses. Moreno era el candidato de los Estados Unidos y contaba con el apoyo de más del 60% de accionistas de la entidad que son los países que prestan el dinero. Dicha elección consta de dos partes: la primera, la que realizan los países prestamistas y la segunda, la que efectúan los países receptores de los créditos.
Sin embargo, no estaba clara la posición que asumirían los segundos, pues una campaña liderada entre otros por el gobierno venezolano, generaba serias dudas sobre la posibilidad de que Moreno alcanzara esa mayoría. No obstante, en las últimas horas surgió un voto sorpresivo a favor del actual embajador de Colombia en EEUU: Uruguay decidió apoyar al colombiano y, pese a no ser un voto decisivo, si consolidó la victoria de Moreno. El resultado fue bien interesante: Luis Alberto Moreno obtuvo 20 de los 28 votos necesarios en esa instancia.
Aunque Moreno solo se posesionará el primero de octubre próximo, hay elementos importantes en los resultados de la segunda votación, pues era un escenario propicio para medir fuerzas entre la corriente castrochavista que estaba representada por el venezolano José Rojas y aquellos que siguen los dictámenes de Washington.
Evidentemente, la corriente castrochavista perdió (pese a los esfuerzos de coalición que hizo Venezuela en la pasada cumbre de Petrocaribe ) porque su propósito de cohesionar a la región y sus destinos en torno al discurso populista y de izquierda está muy cerca de ser una utopía y demasiado lejos de una cristalización real y efectiva. En este sentido, la idea expansionista de Chávez quedó seriamente lesionada por cuenta de Tabaré Vázquez, Presidente de Uruguay que se le apuntó a Telesur con el 10% de participación pero no se la jugó en un tema realmente vital como es el control de la entidad crediticia que orienta, de paso, las fórmulas económicas y tributarias de los países miembros. Esta es la segunda derrota internacional de Chávez en menos de una semana, pues su ficha en la OEA , el nuevo secretario José Miguel Insulza, anunció que no enviará observadores a las próximas elecciones, sumándose a la negativa de la Unión Europea y del Centro Carter de suministrar una misión de analistas para los comicios regionales que se realizarán en Venezuela el próximo 7 de agosto.
Perdió Brasil, que pretendía con la candidatura de Joao Sayad tener el control de una de las entidades bancarias más grandes del mundo, con una cartera interesante y un poder enorme en cuanto a los destinos de la región,.
Ganó el gobierno de los Estados Unidos, que cuenta desde ahora con un simpatizante de sus políticas económicas en esa posición. Además, el pulso que se presumía se iba a librar entre izquierda y derecha solo quedó en un leve juego de manos que prácticamente pasó inadvertido.
También ganó Colombia al tener a uno de sus nacionales en tan alto cargo, porque ratifica que tenemos individuos que poseen el reconocimiento, además de talento y astucia para desarrollar un cabildeo efectivo que les permite llegar a esas posiciones.
De otro lado, hay sectores que ganan y pierden con esta elección: de hecho, el presidente Uribe gana un aliado en el Banco Interamericano de Desarrollo, lo que le podría dar un margen de maniobra económica más amplio. Pero perdió un embajador valiente, que asumió el cargo en 1998, cuando la imagen gubernamental de Colombia estaba seriamente deteriorada por cuenta de los escándalos por la financiación de la campaña Samper Presidente. Sin embargo, con paciencia de artesano, Moreno comenzó a reconectar los vínculos entre ambos gobiernos y ha mantenido las relaciones al alza en los dos periodos de George W. Bush.

lunes, agosto 01, 2005

Las Farc:¿Van a pagar con cheque o en efectivo?

Putumayo es hoy un departamento aislado del resto del país: las Farc dinamitaron varios puentes en las diferentes vías que comunican a este región con el centro de Colombia. A esto se suma la voladura de varias torres de energía, lo que ha dejado a ocho municipios sin el servicio durante casi dos semanas.
A todos aquellos que piden a gritos (alaridos) la solución negociada con los terroristas, desconociendo la historia y evitando la triste memoria de los diálogos en el Caguán, me gustaría preguntarles: ¿en un proceso con las Farc, estos terroristas tendrán que pagar, con su patrimonio, los múltiples daños a la infraestructura nacional? ¿cómo nos van a responder a todos los colombianos por la voladura de puentes, la destrucción de escuelas y hospitales y la quema de ambulancias entre otros?
Porque no es simplemente hablar de paz como un discurso vendedor para que lo acojan los electores incautos. Aquí hay cosas más profundas que deben ser explicadas. Tanto han insistido en la reparación a las víctimas por parte de las AUC (situación que está perfectamente clara en la ley de Justicia y paz que exige la indemnización a los deudos con el patrimonio de los paramilitares) que ahora el asunto debe analizarse desde el otro lado.
El hecho es que todos hemos sido víctimas de las Farc. Cuando dinamitan un puente, están atacando el patrimonio colectivo, el de la sociedad que paga con impuestos y trabajo las obras que a ellos les parece revolucionario destruir. Al daño económico hay que sumar el lucro cesante y las millonarias pérdidas de los comerciantes que ven como sus productos se deterioran por la falta de electricidad. De igual forma, está la indemnización por la inmovilización de las comunidades y el deterioro en la generación de empleo (consecuencia natural de una economía regional afectada por el terrorismo).
Entonces, ¿cómo van a pagar, en efectivo o con cheque de gerencia? Cuando los áulicos de la negociación nos respondan estas preguntas, podremos comenzar a entendernos, a pensar en abrir estrictos escenarios para la negociación, porque lo cierto es que las Farc ya se han burlado varias veces del país y muchos no estamos dispuestos a permitir que nos vuelvan a engañar.
Pero este ensañamiento de las Farc contra el Putumayo no es gratuito. Por el contrario, obedece a varias situaciones que se están presentando en la región. Lo primero que están cobrando los terroristas es el rechazo de las comunidades a sus actividades: las Farc, en esa región, están rodeados de informantes que dijeron NO MÁS a los abusos de los narcoterroristas.
Lo segundo es el duro golpe que están recibiendo en el corazón de sus finanzas, que es el narcotráfico. Las cifras son contundentes: de 50 mil hectáreas con cultivos ilícitos que existían hace poco más de un año, hoy solo quedan 5 mil, pues las otras 45 mil hectáreas fueron erradicadas manualmente, con apoyo de las comunidades que han destinado esas tierras al cultivo de fríjol, palmito y chontaduro, entre otros cultivos lícitos. La producción, aunque puede ser menos rentable que la coca, es comercializada por diferentes entidades y empresas como Carrefour, que se ha vinculado decididamente a la comercialización de estos productos en todos sus puntos de venta.
Lo tercero es que Putumayo es hoy un laboratorio para la aplicación de diferentes modelos para la erradicación manual. En este sentido, el director de la Policía, General Jorge Daniel Castro Castro (oriundo de esas tierras), ha puesto especial empeño en expulsar al narcotráfico de esa región mediante la concertación con las comunidades que habitan el Departamento. Además, el oficial ha impulsado la presencia del Estado en cada rincón del Putumayo.
Son duros golpes que las Farc quieren cobrar, porque han perdido no en el combate, sino en el campo de las acciones políticas y de la concertación de acuerdos sociales, lo que ha permitido un despertar de los habitantes del Putumayo, que aterrizaron a la realidad de lo que son las Farc y los propósitos egoístas con los que actúan en todo el país. Si de análisis revolucionario se trata, en el Putumayo las Farc perdieron el poco apoyo popular que les quedaba y sin pueblo NO hay revolución que funcione: cada puente, cada torre de energía y cada ataque no solo les hace perder los mínimos afectos que podrían despertar en algunos ingenuos, sino que les granjea la antipatía, el rechazo y la denuncia de las comunidades del Putumayo.