viernes, junio 03, 2005

La crisis y el oportunismo de Don Berna

¿Quién no quiere ver a Don Berna en una celda de la cárcel de máxima seguridad en Combita? La gran mayoría de colombianos queremos que los delincuentes paguen por sus culpas y se sometan a la pena impuesta por la justicia.
El tema de Don Berna ciertamente genera inquietudes y sinsabores. Inquietudes porque su papel en Ralito no era ni es claro: si era un observador y no estaba involucrado de lleno en la negociación y solo estaba analizando el momento oportuno para entrar de lleno en las negociaciones, entonces no se le puede exigir que cumpla un cese al fuego que no acordó. Pero si estaba como simple observador, hay que reconocerle el oportunismo y la victoria que obtuvo al dar el paso para la desmovilización en esta crisis que le generó esta oportunidad.
También genera sinsabores porque al ser enterado de la orden de captura proferida por la Fiscalía, se dio a la fuga y solo la intervención del comisionado Luis Carlos Restrepo y la firma de un acuerdo muy conveniente para el acusado, lograron que se entregara para ser privado de la libertad en la finca Tres Esquinas. La entrega de Don Berna estuvo acompañada del anuncio de desmovilización de varios bloques paramilitares y del ingreso a la mesa de negociación de Vicente Castaño Gil. Pero deja un mal sabor el sitio de reclusión que sienta un precedente negativo para los futuros desmovilizados y para aquellos que han cometido crímenes de lesa humanidad.
Otro aspecto importante fue el mencionado por el senador Rodrigo Rivera en cuanto a la necesidad de diferenciar el tratamiento entre quienes han cumplido con el cese al fuego y quienes no lo han hecho, pues si todos van a ser tratados con los mismos privilegios, ¿qué motivación real tendrán para dejar de delinquir y de asesinar colombianos?
Tampoco se entiende la ingerencia del Ejecutivo en el poder judicial, predominando la orden gubernamental de mantener a Adolfo Paz en cercanías al sitio central de la negociación y no el acatamiento de las leyes que indican que los detenidos deben ser albergados en centros penitenciarios.
Lo cierto del asunto es que Don Berna se entregó en medio de una persecución de grandes magnitudes adelantada por tres oficiales de la policía que tienen experiencia en la cacería de criminales. Entonces, a Adolfo Paz no se le puede aplicar el concepto que sostiene que hay que hacer concesiones a las AUC porque ellos no fueron vencidos en combate ni presionados a negociar: Don Berna fue vencido y presionado a negociar, así haya logrado el triunfo en una batalla política. Además, porque lo ocurrido en Medellín unas horas antes de su captura (o rendición o entrega, como lo quieran llamar) es sumamente grave y recordó las épocas más oscuras del inmenso poder del Cartel de Medellín, que paraba la ciudad cuando lo consideraba benéfico para sus intereses.
Este es un momento crucial para aclarar el panorama de la negociación: si Adolfo Paz va a una cárcel esto se convertirá en una señal inequívoca de lo que les espera a quienes cometan actos salvajes, sean del grupo que sean, estén o no en negociaciones de paz. De igual forma, la ciudadanía podría ver en esto una esperanza de justicia y no traería a la memoria el ingrato tema de la Catedral de Escobar. Pero la situación también es un llamado de atención para aquellos que están frenando la ley de Justicia y Paz, porque a mayor demora, más impunidad. Ya el Comisionado aseguró que todos los delitos que cometan las AUC antes de la aprobación de la ley, serán cobijados por la misma, pues como es obvio, la ley no es retroactiva y no podría entrar a estudiar casos que se dieron con anterioridad a su promulgación: si la ley hubiera sido aprobada cuando el gobierno lo pidió, hoy la situación con Adolfo Paz sería diferente y de paso, se evitaría la comisión de delitos atroces por parte de los paramilitares que están sentados en la mesa de Ralito.

jueves, junio 02, 2005

Una mirada a la opinión pública

El pensamiento de los ciudadanos ha quedado reducido a simples números: las encuestas dicen que x porcentaje de personas aprueba tal tema o condena tal otro. Los números estadísticos entonces resultan impersonales y solo comprobables a través de ellos mismos. No hay una persona que vea expresados integralmente sus pensamientos en las encuestas de opinión.
Además, esos números hacen parecer que existiera una opinión homogénea entre la población encuestada, como si todos los individuos pertenecientes a una sociedad pensaran exactamente lo mismo, a favor o en contra de la pregunta planteada.
Gallup afirma que “la encuesta de Opinión Pública es un estudio que se realiza entre la población del país e intenta encontrar las opiniones de sus ciudadanos sobre diversos temas. Estos temas son de la actualidad y expectativas políticas, económicas y sociales. El estudio se lleva a cabo cada cierto período tiempo por lo que se logra "seguir el rastro" de los acontecimientos en el quehacer nacional”.
Otro concepto es que
opinion pública “puede ser la opinión mayoritaria que un determinado grupo de personas tiene acerca de alguna cuestión en particular (en términos periodísticos y políticos puede ser descrita como la opinión que refleja lo que un país o una ciudad piensan sobre un tema específico). Cuando en los medios se habla de lo que piensa la opinión pública, se habla de lo que piensa y cree el común de las personas”.
Me niego a aceptar esa homogenización superficial que le impide al ciudadano la posibilidad de una identidad. El tema debe partir, por el contrario, de permitir que los matices, las reflexiones y las opiniones privadas confluyan en resultados abiertos e incluyentes que posibiliten una observación más detallada del tema sometido a encuesta y no la visualización superficial del asunto.
Miremos lo que ocurre en Colombia: el 70% de los colombianos tienen una opinión positiva de Álvaro Uribe Vélez. En Venezuela ocurre lo propio con Hugo Chávez, quien goza de gran popularidad en algunos sectores de la sociedad. Pero esos porcentajes desconocen opiniones personales intermedias, excluyen las visiones críticas y no permiten observar el panorama completo. Algunos somos uribistas críticos, por ejemplo, y así como creemos en ciertos proyectos, otros nos parecen inconvenientes. Pero las encuestas no reflejan eso. Chávez puede ser simpático para muchos, pero las encuestas no muestran el desacuerdo o la desaprobación de esos mismos simpatizantes hacia algunos temas vitales para su país o para sus propios intereses.
Hablar entonces de opinión pública es
errático , porque “constituye una unidad de pensamiento, convicciones, emociones, tendencias o metas, que se producen bajo determinados factores sociales, que ya no resultan expresión del yo propio, si no reflejo de las condiciones sociales a las cuales todos los sujetos se encuentran sometidos. Este psiquismo colectivo que representa lo que podría de denominarse un alma nacional, cuando es manifestación de una serie de conductas afines de los integrantes de una nación, no tiene realidad por si mismo”.
Entonces, los medios de comunicación necesitan con urgencia el replanteamiento del soporte que han encontrado en esos sondeos de opinión, tomando distancia crítica frente a los números y cumpliendo con la obligación de enontrar los matices, los desacuerdos y los criterios que conforman la complejidad del pensamiento y de la opinión. De igual forma, es necesario que vean a sus lectores como lo que son: sujetos independientes, partícipes y poseedores de opiniones respetables y de alto valor para la construcción de una sociedad.

miércoles, junio 01, 2005

El caudillismo de Chávez

Hace algunos días pude escuchar un discurso de Hugo Chávez durante la entrega de un tractor iraní a una cooperativa de campesinos en Portuguesa. Escuché sus andanadas contra el imperio, contra los gringos, contra los medios de comunicación, sus alabanzas a Jesucristo, al socialismo del siglo XXI y todo ese discurso que ya los venezolanos deben conocer de memoria.
Las denuncias de Chávez sobre un plan norteamericano para asesinarlo y la persecución contra las compañías petroleras para que se adapten a nuevas reglas tributarias, son parte de una estrategia que el caudillo venezolano adoptó para profundizar su popularidad no solo en Venezuela sino en otras regiones del continente.
En un análisis sobre el gobierno Chávez aparecido en la revista Veja de Brasil y publicado también en el diario
El Universal de Caracas se dice: “Su virulento discurso antinorteamericano parece música para los oídos de quienes añoran la Guerra Fría, los cuales son numerosos en la izquierda latinoamericana que siempre se ha caracterizado por seguir a caudillos nacionalistas: basta con que tengan un discurso antinorteamericano para cautivar a las masas de esa tendencia ideológica”.
“Por lo anterior, no sorprende que Chávez fascine a tantos izquierdistas o que lo consideren una novedad saludable en la política latinoamericana. Hacer apreciaciones fatalistas o seguir a cualquiera que antagonice con EEUU está en el ADN de los militantes de izquierda. En el pasado, la izquierda también siguió despreocupadamente a otros padres de la patria, como, por ejemplo, a Juan Domingo Perón, que había prometido resolver todos los problemas de la nación con un chasquido de dedos después de atribuirle a EEUU la culpa de todos los males”, señaló la publicación brasileña.
En las últimas semanas, la polémica entre Venezuela y EEUU se ha concentrado en la adquisición de los rifles rusos AK – 47. Estos rifles, dice un análisis de Andrés Openheimer publicado en Veja, “preocupan más que los tanques porque no pueden ser rastreados por satélite. En cambio, Los AK-47, como los comprados por Venezuela, son el armamento estándar de la narcoguerrilla colombiana y de los guerrilleros en general. Los rusos también vendieron a los venezolanos una fábrica de municiones. Las Farc están bien armadas, pero tienen problemas para obtener municiones. Pagan hasta dos dólares por una bala para fusil AK-47: imagínese que negocio fabuloso es tener una fábrica de proyectiles justo al otro lado de la frontera. Aunque Chávez no tuviera la intención de suministrar armamento a los guerrilleros, no tiene control sobre la corrupción que domina todos los niveles de su administración, incluso del ejército”, puntualizó Openheimer.
Las contradicciones, las frecuentes salidas en falso y la administración cada vez más parecida a una dictadura que a un gobierno democrático han desmejorado las relaciones de Chávez con sus vecinos y supuestos colegas políticos. En el mismo artículo, ( El Clon del totalitarismo, titulado así por el periodista Diogo Schelp. en la revista brasileña Veja) se ilustra un ejemplo del deterioro de dichas relaciones: “Al principio, el gobierno de Lula intercambió declaraciones de amor eterno con Chávez, a quien trataba como miembro de la misma cofradía de presidentes izquierdistas. Las relaciones se enfriaron bastante. Hoy no son hostiles, pero las acciones de Chávez son actualmente la mayor fuente de irritación del presidente Lula en el exterior. La cancillería no oculta su apreciación de que Chávez está resentido por el respeto que Lula despierta en el exterior. Cada vez que Chávez hace declaraciones exageradas, como cuando dijo que la secretaria de Estados de EEUU Condoleezza Rice como que quiere algo con él, Lula llama a su colega venezolano y le pide moderación. Chávez promete comportarse bien, pero no cumple su palabra”.
Así las cosas, el caudillismo de Chávez genera cada vez más preocupación en América Latina, porque sus discursos incendiarios y sus acciones provocadoras podrían despertar al león dormido que pronto abandonará su proyecto en Irak y buscará nuevas fuentes para alimentar la maquinaria de la guerra.

martes, mayo 31, 2005

De ambulantes

La participación de los vendedores ambulantes en la elección de Luis Eduardo Garzón fue decisiva. Con el argumento de que “el compañero nos va a dejar trabajar”, cientos de ambulantes se lanzaron a las urnas a elegir a su protector.
Después de la elección de Garzón, las calles comenzaron nuevamente a ser invadidas por los vendedores y varias vías importantes se convirtieron en el mercado del agáchese.
Pero la situación se salió de madre y el comercio formal ejerció una gran presión para que Garzón tomara decisiones en cuanto a la preservación del espacio público.
Ahora el Alcalde tendrá que cumplir con la hora cero para los ambulantes de la séptima, quienes ya han manifestado su inconformidad. La administración distrital les ofreció varias opciones como la reubicación, ofertas laborales en Misión Bogotá y en la Secretaría de Tránsito, capacitación en el Sena con sueldo para estudiar y créditos para microempresas.
Las soluciones son acertadas y positivas, pues la sociedad tiene que aportar para que estas personas puedan aprender un oficio sin la persecución del hambre y con la posibilidad de mejorar su calidad de vida.
Sin embargo, la iniciativa de Garzón tiene un asunto que debió debatirse más a fondo: la oferta de empleo en el sector público, pues este remedio resulta peor que la enfermedad: la medida va a ampliar la burocracia y la nómina distrital que tanto trabajo y dinero costó reducir y por lo tanto, específicamente este punto, va en contra de los intereses del distrito, afecta los recursos disponibles para atender otras situaciones urgentes y no se constituye en una solución estructural sino en un paño de agua tibia.
Además, la medida es de corto plazo, porque con la llegada de una nueva administración o en la primera crisis fiscal que tenga la capital del país, lo primero que se recortará será la nómina y tarde o temprano los empleados de Misión Bogotá y de la Secretaría de Tránsito saldrán damnificados.
Otro hecho que llama la atención es la renuencia de la mayoría de vendedores ambulantes a inscribirse en alguna de estas opciones: si los van a reubicar, si van a tener una mejor calidad de vida, si van a tener la posibilidad de construir futuro, ¿porqué su negativa?
Porque hay sectores distintos a los vendedores ambulantes, que lejos de beneficiarse con esta iniciativa, se perjudican. Es bien sabido que existen mafias que se han apoderado del espacio público en diferentes sectores de Bogotá: estas mafias cobran alquiler por el puesto en los semáforos, por el metro que ocupan los vendedores en la acera o por caminar con la mercancía en una calle determinada. Entonces, a esos usufructuantes del espacio público los perjudica enormemente la iniciativa, porque el dinero que les pagaban por el arriendo de algo que no les pertenece, pasará a a la ciudad en impuestos y alquiler de espacios legales.
Otro sector opuesto a la medida de Garzón es el de los contrabandistas y lavadores de dólares. Con esta legalización y con la salida de las calles de los ambulantes, aquellos que suministran mercancía de contrabando y los que intentan legalizar dineros del narcotráfico con mercaderías de diferentes clases y procedencias, pueden perder un importante nicho de mercado.
Entonces, las mafias de arrendadores del espacio público y los contrabandistas y lavadores presionaron a sus vendedores a no aceptar ninguna de las ofertas del Alcalde, dando la apariencia de que los vendedores solo quieren seguir en las calles sin ninguna posibilidad de progreso y bienestar. Pero lo cierto es que hay presiones muy fuertes contra la iniciativa de Garzón, porque perjudica las actividades ilícitas de muchos que se benefician de la necesidad de trabajo de los vendedores ambulantes.

lunes, mayo 30, 2005

Favor no desinformar

Mentir no solo significa no decir la verdad: también se miente si conociendo todos los elementos que constituyen la verdad, solo se dice una parte, la más conveniente para los intereses personales. En el ejercicio de contar una parte de la verdad se incurre en una grave falta social: Desinformar.
Eso fue lo que ocurrió con la habitual columna de Ramiro Bejarano, Notas de Buhardilla, titulada
Puras Vergüenzas .
En uno de sus apartes, el comentarista habla de los procesos independientes entre el gobierno y las AUC: “Ahora sabemos que el gobierno no sostiene un único proceso de paz con todos los jefes de la AUC como lo suponíamos, sino tantos procesos cuantos interlocutores se sientan en la mesa de negociación”. (El Espectador, mayo 28)
Este comentario es cierto, pero corresponde solo a una porción de la verdad y no presenta el panorama completo de la situación: no creo que Ramiro Bejarano sea ignorante y mucho menos que desconozca las dinámicas propias del fenómeno paramilitar colombiano. Y digo esto porque no le cuenta a sus lectores que cada jefe paramilitar es el único poder decisorio en su bloque. Lo que olvida decir Bejarano es que las Autodefensas Unidas de Colombia como tal es una estructura en formación y que sus componentes son entes autónomos que han surgido como respuestas locales o regionales a situaciones específicas y concretas, llámense guerrilla, protección de tierras, combate a la extorsión, narcotráfico o seguridad a terratenientes o ejércitos de delincuentes. Lo que hoy se conoce como AUC es la congregación de una serie de grupos al margen de la ley que surgieron y respondieron a necesidades regionales diferentes unas de otras, con el agravante que nunca tuvieron un comando central unificado. Recordemos que Carlos Castaño intentó, sin éxito, unificar a las AUC y fue tan estruendoso su fracaso que él mismo decidió distanciarse de su idea y convertir nuevamente a sus hombres en miembros de las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá.
Ramiro Bejarano olvidó hacer una precisión: No es lo mismo sentarse a negociar con el Secretariado de las Farc, cuyo mando unificado y piramidal es acatado (por lo menos en teoría) por todos los frentes o sentarse a dialogar con el Comando Central del ELN; que entablar una negociación con un grupo heterogéneo, cuyas agendas individuales responden a propósitos diferentes y excluyentes unos de otros. Por eso, no resulta extraño que el gobierno vea a los negociadores de Ralito como sujetos individuales de una negociación que finalmente deben ser congregados alrededor de temas comunes, pero que en esencia son elementos únicos que no tienen un liderazgo aglutinante, contundente y permanente que los oriente y formule líneas de acción como agrupación.
Esta desinformación ha hecho carrera en el país y por eso algunos hablan de violación al cese de hostilidades: nadie podrá decir que se ha cumplido con la suspensión de las acciones armadas de algunos sectores de las AUC, pero tampoco nadie ha dado la información precisa que señale específicamente cuales bloques, de los que están representados el Ralito, han roto el acuerdo y cuales sectores paramilitares, de los que no se han sentado a negociar, han sostenido combates o cometido delitos de lesa humanidad.
De otro lado, Bejarano continua con su columna asegurando que “no se logró la captura de don Berna”, situación comprensible en un primer momento si se tiene en cuenta que la columna debió ser escrita y entregada después del 25 de mayo, cuando se iniciaron las operaciones de la Policía Nacional para capturar al jefe paramilitar. Lo que no se entiende es que un colombiano serio le apueste a la derrota de las instituciones para vanagloriarse de su visión pesimista de los hechos, pues no es aceptable que Bejarano haya escrito esa columna con el parte de la derrota, a solo dos o tres días de haberse impartido la orden presidencial para detener a Adolfo Paz.
Es claro entonces, que hay sectores que le apuestan hasta sus restos, al fracaso del actual gobierno con tal de enaltecer sus vanidades y de poder enrostrarnos que ya lo habían advertido: a mi me gustan más las personas que prefieren ser razonables a tener la razón.