viernes, junio 17, 2005

A los papás... Carta a mi padre que siempre estuvo ausente

¿Sabías que en mi adolescencia te dediqué varios poemas? supongo que tenía la intención de buscar un poco de tu atención... pero no lo logré. Recuerdo que siempre te busqué y tu huías, como si quisieras alejarte de mi. Ya bien entrada la noche, llegabas a casa, aflojabas tu corbata, te sentabas en tu sillón favorito, prendías el tocadiscos y te sumergías en un profundo silencio. Un rato después entrabas a tu habitación, saludabas a mamá y luego te acostabas a dormir. Tres horas de sueño al día eran suficientes para ti. Pero eras un hombre de silencios en casa y de palabras en tu oficio.
Tu ausencia brilló en mi vida, porque el trabajo, los amigos, el país, la gente y los aviones eran siempre más importantes que compartir un poco con tu hijo... pero no importa, porque ahí estuvo mi madre, quien intentó siempre llenar el vacío.
En los momentos difíciles, cuando un nudo en la garganta se apoderaba de mi, no estuvo tu mano, posiblemente porque estabas ocupado con el absorbente trabajo que te daría el dinero para comprar el amor, cuando solo bastaban unas palabras, algunos gestos y una mano amiga que orientara mi camino.
Temor y respeto: así podría definir nuestra relación, porque nunca sentí la presencia del amor paterno. Nunca entenderé el cariño que siento por ti; algo debiste hacer para ganarlo, pero no lo tengo en mi memoria y eso es injusto de mi parte.
También recuerdo los valores que te admiré, por la gentileza en tu trato con los demás, por la fuerza que le imprimías a cada labor que emprendías; por esa fe en ti, en tu gente y en este país. Obviamente siempre me sentiré orgulloso de tu valentía y de la rectitud en cada una de tus acciones, porque justamente por esa honradez decidiste abandonar lo que más amabas que era el cielo.
Llegan a mi memoria tus acciones de coraje, el sacrificio que significaba trabajar desde las 4 de la mañana hasta las 12 de la noche, día tras día, año tras año, porque las metas que te impusiste cuando joven, eran utopías hasta que las convertiste en realidad.
Renunciaste a tu familia, al descanso, a la vida misma, por una causa que muy pocos entendían: creías en Colombia y en su gente como nadie. Tus convicciones sobre el respeto a la ley eran tan fuertes, que muchos de los que eran tus amigos no lograron cumplir con tus expectativas y defraudaron tu confianza, aunque sospecho que realmente nunca lograste confiar en alguien.
Pero diste ejemplo. Demostraste que al perseguir los sueños se alcanzan las metas, sacrificando mucho pero seguramente sintiendo la satisfacción del deber cumplido.
Aprendí de ti a cumplir con mi misión, a ser honesto y vertical, a llamar las cosas por su nombre, sin distorsiones, sin ambages, con toda la fuerza de la convicción.
Ahora que soy padre y tu no estás, trato de darle a mi retoño lo que me hizo falta, decirle que la amo cuantas veces sea necesario, apoyarla, fortalecer su autoestima y contarle que tuvo un abuelo que fue modelo de hombre para muchos: hoy veo a tus discípulos convertidos en gente valiosa para Colombia. Los veo trabajar como tu lo hacías y también he presenciado el abandono del que son víctimas sus familias. Pero nada es perfecto y hoy tengo que reconocer que diste lo mejor de ti para dejarme un país mejor.
¿Serán motivos suficientes para explicar mi cariño por ti? No lo se. Ahora ya no podemos hablar. Te fuiste dejando sembrado el futuro y a fe que la cosecha es prometedora.

jueves, junio 16, 2005

Otra moción de censura que fracasa

La moción de censura contra el ministro de Defensa Jorge Alberto Uribe fracasó en el Congreso de la República: en detalle, un solo voto salvó al Ministro de salir por la puerta de atrás del gobierno. En el Senado, Uribe obtuvo 56 votos a su favor (negando la moción), mientras que 31 votaron en su contra. En la Cámara, 81 representantes estuvieron de acuerdo en que el Ministro se fuera del cargo y 57 se opusieron.
Lo cierto es que la diferencia de un voto debe llevar al gobierno a pensar en la inconveniencia de mantener en el cargo a Uribe, pues está demostrado que a la menor provocación o error, el m
Ministro será nuevamente convocado para enfrentar la penosa situación y de paso se incurriría en un desgaste innecesario para el gobierno.
Los congresistas que quieren la cabeza del Ministro no se conformarán con esta derrota: por el contrario, saldrán de cacería para encontrar argumentos y razones que les permita darle la vuelta a ese voto que los llevó al fracaso. Y en este país de dudosas lealtades, sobre todo en política, no sería extraño que ante una nueva moción de censura, los opositores alcanzaran la victoria y de paso, salieran a cobrar el triunfo en todas las tribunas a su alcance.
Se vio muy molesto al congresista Wilson Borja, despeinado y sudoroso después del debate y de los esfuerzos de cabildeo que debió realizar para alcanzar su propósito. En un tono amenazante, desafiante, casi de guerrero en batalla, Borja solo atinó a decir : “el ministro debe renunciar”.
Intimidaba la actitud de Borja, porque recordó a Abimael Guzmán (el máximo líder de Sendero Luminoso) cuando fue capturado y vociferaba tras las rejas, con gruñidos de león herido. Preocupa que los críticos del Presidente, que sacan a relucir la intemperancia del Mandatario, muestren semejante actitud rabiosa frente a la derrota. Pero aterra más la incapacidad para asimilar las frustraciones de un férreo opositor al gobierno, máxime si se tiene en cuenta que ha criticado a Uribe por mucho menos de lo que mostró frente a los micrófonos.
En la práctica, y para efectos históricos, fue otra moción de censura que fracasó: el gobierno, así sea por un margen muy estrecho, volvió a ganar y, así le duela a Borja, el que gana es el que goza y él se debe retirar de los micrófonos para tomarse unos cuantos frascos de valeriana a ver si asume sus derrotas con más altura, frialdad y tranquilidad. Obviamente sería bueno que cambiara de gafas, porque es evidente que la miopía va en aumento y solo ve de lejos los problemas ajenos y observa (¿será que si lo hace?) sus debilidades muy borrosas.
Sin embargo, aprovechando que en las próximas semanas se presentará una crisis ministerial, es muy probable que Sabas Pretelt salga de la cartera de Interior y Justicia, el Presidente debería revisar más a fondo el asunto y darle nuevos aires al ministerio de Defensa, pues el tema de Seguridad Democrática y sobre todo, el Plan Patriota, deben consolidarse con resultados para calmar las críticas contra estos dos aspectos fundamentales de la política del presidente Uribe.
Además, porque el manejo de las Fuerzas Armadas requiere de algunas modificaciones, llevando a esa cartera a un colombiano que esté en el corazón de los generales y que goce del respeto y la aceptación de los militares.

miércoles, junio 15, 2005

Zarpó La Esperanza

Después de dos años de inactividad zarpó del puerto de Buenaventura el barco hospital La Esperanza. Con más de una docena de médicos generales y pediatras, odontólogos y enfermeras, el barco llevará la posibilidad de salud a miles de personas que habitan en el pacífico colombiano.
El arrume de metal que permaneció encallado por más de 24 meses volvió a navegar por el mar de Balboa, buscando la desembocadura del río San Juan para llegar con algunos servicios de salud a las comunidades más pobres del país.
La Esperanza zarpó después de un torrencial aguacero, presagio de las semanas que los navegantes tendrán que soportar bajo el agua, pues la costa pacífica registra anualmente el índice más alto de lluvias en Colombia. El barco hospital elevó anclas sin bombos y platillos, tan tradicionales cuando los que tienen la iniciativa quieren llamar la atención y recibir los reconocimientos y elogios.
Pero no. La Esperanza partió en silencio para llevar vida. Solo hasta último momento se supo que el capitán de la selección colombiana de fútbol, Iván Ramiro Córdoba, estuvo detrás de esta labor en favor de un sector importante y necesitado del país. El esfuerzo del futbolista involucró a un grupo de médicos italianos, quienes decidieron apoyar al defensa del combinado nacional y del Inter, viajando a Colombia y abordando el barco con la ilusión de aportar soluciones reales en el campo de la salud.
Contrasta la iniciativa de Iván Ramiro Córdoba con lo ocurrido en Uribia, Guajira. Bancolombia decidió instalar un cajero automático en la población y citaron a varios medios para que cubrieran el evento.
Uribia no tiene banco y el cajero automático era una necesidad para esa comunidad. El cajero fue inaugurado con agua bendita, cura, papayera, cantos y bailes, que celebraron la instalación de la máquina, casi un cuarto de siglo después de haber llegado a Colombia el primer cajero electrónico. De inmediato se presentaron las filas con gente que quería sacar su dinero con tarjetas débito. Y todo quedó registrado por las cámaras que, de paso, pudieron también grabar las declaraciones de la gerente de Bancolombia en la Guajira.
La noticia, si se puede llamar así, fue presentada por el canal Caracol en el noticiero del medio día. Muchas personas sintieron emoción por la buena acción de Bancolombia. Además, el manto noticioso que cubrió esta actividad de mercadeo de la entidad financiera, obtuvo mayor credibilidad que la que hubiera logrado al presentar un publirreportaje o emitir una nota patrocinada.
Pero lo cierto es que la “noticia” fue presentada como tal por el noticiero de Caracol Tv, como una cortesía del canal a uno de sus más grandes anunciantes, pues Bancolombia patrocina la sección Más cerca, que presentan Oscar Álvarez y Ecceomo Cetina.
Lo amargo del asunto es que esa cortesía fue entregada al público como noticia, la primicia de la instalación de un cajero automático en Uribia, cuando la realidad es que simplemente el patrocinador invitó a sus patrocinados a presenciar una actividad netamente empresarial, producto no de la misericordia ni de la bondad del banco, sino de la expansión natural de una entidad que debe llevar sus servicios a cualquier rincón de Colombia.
Mientras que Iván Ramiro Córdoba aprovecha sus vínculos personales para llevar la salud a lugares remotos y difíciles del territorio colombiano, invirtiendo también su dinero (que no se puede comparar con las utilidades de un banco), no hizo anuncios rimbombantes, ni apareció llenando las pantallas con su imagen para anunciar que había logrado llevar La Esperanza a distintos lugares del país; Bancolombia se presenta como una empresa que beneficia por misericordia y de pronto, por caridad, a una comunidad que necesita tener disponible su dinero.
Que crezcan las empresas y que lleven su negocio a todos los rincones de Colombia: eso es bueno. Pero que no lo vendan como un favor a la comunidad, cuando lo cierto es que la instalación de ese cajero obedece a los fines propios del negocio financiero, a la expansión de la empresa y a los estudios sobre el mercado y la viabilidad del servicio en ese sitio de Colombia. Lo de Córdoba es un buen ejemplo para las empresas colombianas, en especial para aquellas que quieren pasar de monjitas de la caridad mientras extienden su negocio y obtienen un incremento en sus utilidades por sus “obras de misericordia”.

martes, junio 14, 2005

Canal Capital: el medio estrella de la oposición.

Uno de los reclamos más frecuentes en algunos sectores de la oposición tiene que ver con el acceso a la televisión de sus candidatos y propuestas, pues Uribe tiene disponibles todos los canales para enlazarlos y emitir un discurso, o una arenga política, o como se le quiera llamar.
La mayor desazón en esos sectores ocurrió hace pocos días cuando el Presidente asistió al ascenso de varios oficiales de la Policía a la Escuela General Santander. A partir de ese momento llovieron rayos y centellas porque, según los opositores, era el colmo que Uribe utilizara el horario triple A para difundir sus ideas de campaña.
En las últimas horas, la comentarista María Jimena Duzán presentó la misma queja porque “lo que sucede a la oposición en materia de acceso a los medios no es un buen augurio” (El Tiempo.com. junio 13) pues, interpretando a la comentarista, es infame que el Presidente tenga la posibilidad de interrumpir las novelas para presentar sus discursos.
Lo interesante del asunto es que ni ella (que es también presentadora y entrevistadora) ni ningún columnista de la oposición, y son mayoría como lo pudimos constatar hace algunos días, haya escrito una letra sobre la otra parte del asunto: Canal Capital, el canal de la oposición que viene funcionando como tal desde el 1 de enero de 2004. Efectivamente ellos no suspenden la programación habitual, porque la parrilla, en horario triple A está infestada de opositores. Basta con mirar los nombres de los entrevistadores del programa institucional Versión Libre, para darse cuenta del talante y la intención de este canal: María Jimena Duzán, Alfonso Gómez Méndez, Juan Gabriel Uribe y José Gregorio Hernández.
Versión Libre es el programa insignia del Canal y es una excelente vitrina para difundir cada día las ideas, críticas y, porque no decirlo, algunas calumnias y descalificaciones porque si, contra el gobierno nacional. Hay que añadir que en los próximos meses, Canal Capital se enlazará con Telesur, el proyecto de televisión revolucionaria de Hugo Chávez.
A esto sumémosle que Canal Capital es sostenido exclusivamente con dineros públicos, es decir, con los recursos del distrito, porque además no es fuerte en la consecución de pauta.
Entonces, esto significa que los bogotanos estamos pagando, con nuestro dinero, el canal opositor (lo que sería muy bueno para una democracia siempre y cuando la oposición fuera propositiva y no destructiva como está ocurriendo en Colombia).
Todo esto deja un mal sabor, ese que se siente cuando miran la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, máxime si están utilizando descaradamente los recursos del Estado (en este caso de la ciudad) para transmitir las arengas y los discursos antiuribistas de lunes a viernes en un canal que debería cumplir otros objetivos como la participación de la comunidad, el descubrimiento de la ciudad y el mostrar una cara amable de una Bogotá que está surgiendo, pese a Luis Eduardo Garzón.
Obviamente el número de televidentes no es el mismo, situación que descalifica a la oposición y le suma fortalezas al Presidente, pues si el grueso de los bogotanos quisiera ver a los voceros de la oposición irreflexiva, seguramente optarían por “disfrutar” los diarios discursos panfletarios de Duzán, Gómez Méndez o Juan Gabriel Uribe en Canal Capital: en cambio, prefieren ver a Uribe antes de Dora, o al Presidente contundente antes de Carolina. Lo cierto es que Canal Capital se volvió un medio exclusivo para la oposición, en cuyas emisiones pueden decir lo que quieran sin pedirle permiso a nadie. Así mismo, Canal Capital es la muestra del equilibrio en apariciones, aunque como es natural dichas apariciones no tengan el mismo público, porque parece que en Colombia a muy pocos les interesan los panfletos de la oposición.

lunes, junio 13, 2005

Gaviria le rinde homenaje a Uribe Vélez

En el circo que se reunió en el recinto de Corferias, bautizado con eufemismo como Congreso del Partido Liberal, el ex presidente César Gaviria Trujillo decidió lanzar sendos proyectiles contra Álvaro Uribe Vélez. Pero el resultado fue contrario a las expectativas del ex Secretario de la OEA, pues lo cierto es que sus palabras le rindieron un sentido homenaje al actual mandatario.
Gaviria
dijo que "Uribe se ha alejado de las ideas y los principios liberales, y ha adquirido un lenguaje y un talante ajenos al liberalismo".
No se podría recurrir a unas palabras más propicias para limpiar y fortalecer la imagen de algún político colombiano. Porque al hablar de las ideas y los principios liberales, desde la óptica del tradicional partido colombiano, tendríamos entonces que pensar en el clientelismo, en la corrupción, en el alto número de políticos liberales que fueron encarcelados por el proceso 8000, en la politiquería, en la operación avispa que ahora convenientemente les molesta tanto, en el empeño de conquistar el poder para satisfacer intereses personales, en Samper y su elefante y claro, en Pablo Escobar haciendo campaña respaldado por un pendón rojo con una L blanca, gruesa y pesada.
En hora buena Uribe se alejó de esas ideas y adquirió un lenguaje y un talante ajenos al liberalismo colombiano.
Una de las críticas que Gaviria lanzó contra Uribe es que carece de "una visión a largo plazo del país y "una concepción global de la vida nacional”. Pero si Uribe está utilizando mucho el retrovisor, Gaviria no lo tiene instalado, porque lo cierto es que el ex presidente olvida que él fue el mayor exponente de una presidencia sin visión a largo plazo. Lo cierto es que el ex presidente repitió en varias oportunidades que su gobierno ya había hecho lo suyo y que esa obra se defenderá sola.
Sin embargo, la “obra” de Gaviria en Colombia es solo ruinas. La convicción del ex Secretario de la OEA de que su proyecto reformista en lo económico, lo político y lo jurídico era tan importante que ya no tendría reversa, que nada lo echaría a perder fue errado: “En lo económico, el supuesto neoliberalismo se volvió, a ojos de muchos colombianos, la causa de la mayoría de los males del país. En lo político, la reforma del Congreso, la más importante de la Constitución del 91, produjo un parlamento aún peor. En lo jurídico, a pesar de los avances logrados por la Fiscalía, aún hay mucha impunidad. Y en cuanto a la Corte Constitucional, otra creación de la Carta del 91, algunos de los excesos en que incurrieron los magistrados que fueron reemplazados a principios de 2001, la convirtieron en culpable de muchos de los desastres económicos que han hecho que la recesión que arrancó en el 98, resulte mucho más difícil de superar.
(Cita de Tristes Tigres de Mauricio Vargas, Ed. Planeta, pags. 76 y 77 )
Además, Gaviria olvida que como Secretario General de la OEA “en 1996, según una publicación del Council on Hemispheric Affairs, en escasos 20 meses, la administración de Gaviria, (el subrayado es mío) que tenía como encargo modernizar y desburocratizar a la OEA con el fin de prepararla para los nuevos tiempos, había logrado esfumar el superávit de 9 millones de dólares heredado del anterior secretario general, Joao Baena Soares”. (Tristes Tigres de Mauricio Vargas Ed. Planeta).
Sin embargo, hay que rescatar de César Gaviria una de sus frases más célebres, para definir lo que está ocurriendo con el ex Secretario de la OEA, con Samper, Serpa, Gómez Méndez, Pastrana, Cristo y Piedad Córdoba, entre muchos otros: El 27 de mayo de 1990, cuando ganó las elecciones presidenciales, Gaviria acuñó una frase: “uno sabe que le está yendo bien en política cuando se empiezan a juntar los malos”. (op.cit)