En Ecuador resurgió el debate sobre la fumigación de cultivos ilícitos en sectores cercanos a la frontera con Colombia. En las últimas horas el ministro ecuatoriano de gobierno, Mauricio Gándara dijo que “conocía desde el mes pasado que estas fumigaciones las realizaba la compañía Dyncorp”. (Vanguardia, mayo 17)
Sin embargo, el tema en Ecuador no es nuevo y si el funcionario no conocía la participación de Dyncorp en las fumigaciones, pues está muy mal informado y eso es muy grave para un funcionario que ocupa esa posición. La primera denuncia en contra de Dyncorp fue presentada en Estados Unidos hace 4 años. En un artículo de la revista Corp Watch se informó que un grupo de campesinos ecuatorianos interpusieron una acción judicial contra la compañía en septiembre de 2001. El alegato se basó en que los herbicidas utilizados por DynCorp en la frontera marchitaban cosechas legítimas y causaban enfermedades a los habitantes de la zona y a su ganado. Incluso, según el artículo, las fumigaciones ocasionaron la muerte de niños en la zona. Esta acusación fue desestimada por el juez con el argumento de que el pleito "era un riesgo grave para los objetivos de la seguridad nacional de los EEUU y de la política extranjera."
Sin embargo, hace pocos meses se instauró una nueva reclamación judicial contra DynCorp, basada en el contrato de la empresa con las agencias del gobierno estadounidense para fumigar plantaciones de coca y amapola en la selva colombiana. Durante la ejecución de este contrato, continúa la exposición de motivos de la acción judicial, los demandados también rociaron grandes áreas de la frontera colombo – ecuatoriana. Con esa fumigación, agrega la demanda, se han causado severos daños físicos y mentales a los demandantes, a sus hijos y a otros ciudadanos ecuatorianos ubicados en la frontera.
Sin embargo, el tema en Ecuador no es nuevo y si el funcionario no conocía la participación de Dyncorp en las fumigaciones, pues está muy mal informado y eso es muy grave para un funcionario que ocupa esa posición. La primera denuncia en contra de Dyncorp fue presentada en Estados Unidos hace 4 años. En un artículo de la revista Corp Watch se informó que un grupo de campesinos ecuatorianos interpusieron una acción judicial contra la compañía en septiembre de 2001. El alegato se basó en que los herbicidas utilizados por DynCorp en la frontera marchitaban cosechas legítimas y causaban enfermedades a los habitantes de la zona y a su ganado. Incluso, según el artículo, las fumigaciones ocasionaron la muerte de niños en la zona. Esta acusación fue desestimada por el juez con el argumento de que el pleito "era un riesgo grave para los objetivos de la seguridad nacional de los EEUU y de la política extranjera."
Sin embargo, hace pocos meses se instauró una nueva reclamación judicial contra DynCorp, basada en el contrato de la empresa con las agencias del gobierno estadounidense para fumigar plantaciones de coca y amapola en la selva colombiana. Durante la ejecución de este contrato, continúa la exposición de motivos de la acción judicial, los demandados también rociaron grandes áreas de la frontera colombo – ecuatoriana. Con esa fumigación, agrega la demanda, se han causado severos daños físicos y mentales a los demandantes, a sus hijos y a otros ciudadanos ecuatorianos ubicados en la frontera.
Genera curiosidad que estas declaraciones y la repentina preocupación del ministro Gándara coincidan con la presencia de Raúl Reyes, el barrigón jefe de prensa de las Farc, en territorio ecuatoriano.
El 14 de mayo, Reyes concedió una entrevista en la ciudad de Quito a Ecuavisa y al diario El Universo de Guayaquil: el contenido también fue publicado por el diario El Universal de Caracas. En ella, Reyes manifestó que el propósito de las Farc era establecer en la frontera un remanso de paz.
Lo más interesante de la entrevista no fueron las palabras del guerrillero sino lo que calló cuando se le preguntó sobre Lucio Gutiérrez y la supuesta financiación de su campaña con algunos dineros de las Farc: el terrorista guardó silencio. Luego el periodista intentó ahondar en torno a los acuerdos que Lucio Gutiérrez les incumplió a las Farc, a lo que Reyes contestó que “prefería no referirse al tema”.
Obviamente, a estas horas no se sabe si el terrorista todavía esté en Quito o en Ecuador: pero si deja varios interrogantes sobre su presencia y su influencia en el nuevo gobierno ecuatoriano. Además, las declaraciones del ministro Gándara indicando que los pilotos que efectúan las fumigaciones pertenecen todos a la nómina de Dyncorp y que esto es una “privatización de la guerra” coinciden en muchos aspectos con los reiterados comunicados de las Farc sobre el tema.
En un artículo fechado el 23 de mayo de 2001, Jeremy Bigwood publicó en la revista Corp Watch un análisis sobre la presencia de esta empresa en Colombia. El título del análisis es: Outsourcing la guerra de la droga. Un aparte de este artículo señala que “DynCorp también funciona en Bolivia y Perú, pero las operaciones más grandes de la empresa están en Colombia, y según su contrato con el departamento del Estado, la función de Dyncorp es el comando y control en el campo”.
Entonces, inquietan las coincidencias entre el ministro y las Farc cuando se sabe que Raúl Reyes estuvo hace algunos días en Ecuador y también preocupa la pretendida ignorancia de Gángara sobre la acción de Dyncorp y los procesos judiciales que se han venido adelantando, desde el año 2001, contra la empresa por su participación en las fumigaciones. Porque esa ignorancia es muy conveniente para volver a agitar el tema en Ecuador, sobre todo en momentos en que la segunda demanda está siendo estudiada en los estrados judiciales norteamericanos.
El 14 de mayo, Reyes concedió una entrevista en la ciudad de Quito a Ecuavisa y al diario El Universo de Guayaquil: el contenido también fue publicado por el diario El Universal de Caracas. En ella, Reyes manifestó que el propósito de las Farc era establecer en la frontera un remanso de paz.
Lo más interesante de la entrevista no fueron las palabras del guerrillero sino lo que calló cuando se le preguntó sobre Lucio Gutiérrez y la supuesta financiación de su campaña con algunos dineros de las Farc: el terrorista guardó silencio. Luego el periodista intentó ahondar en torno a los acuerdos que Lucio Gutiérrez les incumplió a las Farc, a lo que Reyes contestó que “prefería no referirse al tema”.
Obviamente, a estas horas no se sabe si el terrorista todavía esté en Quito o en Ecuador: pero si deja varios interrogantes sobre su presencia y su influencia en el nuevo gobierno ecuatoriano. Además, las declaraciones del ministro Gándara indicando que los pilotos que efectúan las fumigaciones pertenecen todos a la nómina de Dyncorp y que esto es una “privatización de la guerra” coinciden en muchos aspectos con los reiterados comunicados de las Farc sobre el tema.
En un artículo fechado el 23 de mayo de 2001, Jeremy Bigwood publicó en la revista Corp Watch un análisis sobre la presencia de esta empresa en Colombia. El título del análisis es: Outsourcing la guerra de la droga. Un aparte de este artículo señala que “DynCorp también funciona en Bolivia y Perú, pero las operaciones más grandes de la empresa están en Colombia, y según su contrato con el departamento del Estado, la función de Dyncorp es el comando y control en el campo”.
Entonces, inquietan las coincidencias entre el ministro y las Farc cuando se sabe que Raúl Reyes estuvo hace algunos días en Ecuador y también preocupa la pretendida ignorancia de Gángara sobre la acción de Dyncorp y los procesos judiciales que se han venido adelantando, desde el año 2001, contra la empresa por su participación en las fumigaciones. Porque esa ignorancia es muy conveniente para volver a agitar el tema en Ecuador, sobre todo en momentos en que la segunda demanda está siendo estudiada en los estrados judiciales norteamericanos.
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