viernes, mayo 06, 2005

Armas viejas para un conflicto viejo

Colombia es el objetivo de negocio para los traficantes de armas. La incautación en las últimas horas de seis fusiles de la Guardia Nacional de Nicaragua en manos del frente 30 de las Farc, confirma que los grupos armados ilegales son los clientes preferidos de los comerciantes de la muerte.
“El armamento adquirido por la guerrilla proviene de remanentes de las guerras civiles que azotaron Centroamérica en la década de los años ochenta”, dijo a El Tiempo el capitán de Navío Jairo Peña Gómez.
Tanto las Farc como las Auc son clientes preferenciales para los comerciantes de armas por varios motivos: pagan lo que les pidan (con dinero o droga), no regatean ni piden descuento; reciben cualquier cosa y recogen el armamento en cualquier playa de centro o suramérica.
Las noticias provenientes de Honduras confirman que las Farc tienen una compleja red para el intercambio de armas por drogas. Además, pagan las armas viejas como si estuvieran recién salidas de la fábrica. En la incautación que hicieron las autoridades hondureñas el mes pasado se investiga si los fusiles y lanzagranadas decomisados eran parte de lotes enviados a la guerra de Vietnam. Es decir, como nuevos: solo 35 años de uso. Los fusiles encontrados en las últimas horas provienen de la Guardia Nacional de Nicaragua, país que vivió una dura guerra civil en los ochenta y todo el armamento inútil de la revolución nicaragüense y de los envíos de Oliver North y compañía quedaron sepultados, como ocurrió con los fusiles provenientes de la guerra salvadoreña y de la guatemalteca, esperando una nueva guerra en Centroamérica o en el vecindario para volver a vomitar sus balas asesinas... claro, si después de un cuarto de siglo todavía funcionan.
De igual manera, en Colombia ha sido frecuente el hallazgo de fusiles venezolanos en manos de las Farc. De ahí que la preocupación por la próxima compra de armamento ruso por parte del gobierno de Chávez no sea infundada, pues quedarían, según las cuentas, cerca de 40 mil fusiles AK-47 en alguna bodega militar y ya sabemos lo que pasa con esos remanentes bélicos: son vendidos por militares corruptos al mejor postor.
Sin embargo, en las últimas horas el diario El Universal de Caracas informó sobre la incautación de 8 mil cartuchos de fabricación venezolana, destinados al Eln. El hallazgo se produjo un día después de que el Ejército informara sobre el decomiso de 985 uniformes militares camuflados, también de fabricación venezolana, destinados a la dotación de tres frentes de las Farc.
Ni hablar de la dinamita ecuatoriana, país que se ha negado a ejercer un efectivo control de la venta de explosivos en las zonas de frontera con Colombia. Esa dinamita es la que utilizan las Farc para dinamitar puentes, hacer sus pipetas y sembrar la destrucción en el sur del país. Tampoco podemos olvidar a Vladimiro Montesinos, quien realizó toda una operación internacional para proveer de armamento a las Farc. En esa transacción también estuvo involucrado el representante de la CIA en Jordania, pues ese personaje se encargó de supervisar el procedimiento de carga del avión que dejaría caer en las selvas una cantidad considerable de fusiles y munición. De igual forma, los militares norteamericanos que fueron sorprendidos en la negociación y entrega de un cargamento grande de munición, hacen pensar en el gran negocio que están haciendo algunos con la muerte de los nuestros.
Todo esto confirma una vez más, que hay intereses internacionales enraizados en el conflicto colombiano, pues las mafias del mercado negro de armas son sumamente poderosas e influyen en los más altos niveles de algunos gobiernos. Así mismo, demuestran tener una gran influencia en Colombia, sobre todo en aquellos que deciden la continuación de los enfrentamientos, las masacres y las desapariciones en nuestro país. Además, los remanentes que tienen guardados en Centroamérica no son rentables y se deterioran si no están en uso.
Estas compras también demuestran la desesperación de los terroristas por conseguir el armamento que sea, comprobando además que en negocios delictivos solo son hábiles para secuestrar y extorsionar, porque pagan por cada fusil viejo y oxidado lo que valen 20 nuevos y eso solo lo hace el que está desesperado y no tiene ni idea de negociar... y todavía algunos se preguntan ¿porqué no se busca la negociación del conflicto con las Farc? Ya se hizo y por su ineptitud no supieron aprovechar la oportunidad.
No creo que esos fusiles vetustos y oxidados vayan a parar a las manos de los oligarcas cabecillas de las Farc. Tampoco creo que Mancusso y sus compinches sentados en Ralito se ensucien con armamento inoperante: esos fusiles viejos van a las manos de los niños que han reclutado a la fuerza las Farc y las Auc para convertirlos en carne de cañón... o en víctimas de fuego amigo, pues con ese armamento, muchos quedarán fuera de combate por las balas del mismo bando.

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